DISCOGRAFIA
Yernos perfectos - 2002
Grasas totales - 2004
Chanchos amigos - 2005
No es lo que parece - 2007
Biografia en edicin
BIOGRAFIA
esta banda, oriunda del barrio residencial américa de nuestra capital, nació el 24 de agosto de 1997.
aunque se hizo conocida recién en el 2002 con el lanzamiento de su primer disco: “yernos perfectos”; y como todos saben este grupo
compuesto por 13 integrantes (de los cuales uno es “músico”) fue el que dio con el hit del verano 2003, con el tema “nadie es perfecto”, compuesto por el pianista de caligaris (valentín scagliola).
es muy interesante la historia de la banda, ya que dos de sus integrantes (diego y martín pampiglione) tienen orígenes circenses, razón por la cual los shows caligaris cuentan con muchos colores, acrobacias y malabares.
ellos no quieren que los encasillen en ningún género, ya que gustan tanto a los amantes de la cumbia como a los rockeros, quizás sea ése uno de los secretos de su éxito.
vendieron 10 mil copias de su disco debut, “yernos perfectos”, que apareció a fines de 2002. consolidaron un hit casi por casualidad, sin buscarlo, “nadie es perfecto”, que trascendió los límites de su córdoba natal para escucharlo y bailarlo en cuanta fiesta existiera en el país. llevaron la propuesta circense con música fiestera por toda la argentina.
y ellos, los caligaris, todavía no pueden creer lo que están viviendo. al fin y al cabo, son trece muchachos (entre 18 y 24 años) que con una extraña mezcla de rock con lo más tradicional del cuartetazo cordobés, los muchachos suben al escenario disfrazados de payasos y, además de cantar y divertir con las letras de sus temas, ofrecen performances circenses y un show que tiene muchos puntos de contacto con los auténticos decadentes
dos líderes de la banda son bisnietos del payaso "tachuela", e hijos de marta muñoz y pepe pampiglione, quienes se enamoraron "de trapecio a trapecio" en las alturas de la carpa del circo de los hermanos muñoz.
"traemos el circo en la sangre” comentaron mientras agregaban acerca de su música: "no queremos hacer sólo cuarteto, o sólo rock. queremos crear un ritmo propio, algo nuevo. y sabemos que no es fácil".
el porqué del nombre queda explicado por ellos: “caligari fue un payaso italiano que murió en la pista, haciendo su número. divirtiendo. y la gente pedía que repitiera su muerte. no queremos morirnos en el escenario, pero sí queremos divertir hasta el final, como él".
domingo 27 de mayo de 2007
buena estrella para los caligaris en méxico
el grupo cordobés fue ovacionado en el teatro metropolitan, donde actuaron antes que los auténticos decadentes.
méxico df. no estaba especificado en la entrada. mucho menos en la marquesina. el miércoles pasado, ninguno de los tres mil asistentes al teatro metropolitan, ubicado en pleno centro de esta ciudad, sabía que los auténticos decadentes tenían un grupo soporte. si no fuera por el anuncio del percusionista mosca lorenzo, el grupo cordobés los caligaris hubiera empezado la parada más importante de su gira mejicana en el mayor de los desconciertos.
pero no, el numeroso combo de ska, cuarteto y música divertida fue introducido por uno de sus productores y, con su show ya en marcha, bendecido con la presencia de jorge “perro” serrano, quien subió a cantar quereme así. qué tal. el más prolífico y certero compositor de nuestra música ligera oficiando de padrino de los caligaris en su hora más gloriosa. a todo esto, el público delira y festeja las ocurrencias circenses de los de residencial américa. los consagra, de algún modo. a propósito, residencial américa es el nombre que eligió la legión caligari para titular una suerte de compilado de sus tres discos, que hace las veces de opera prima en el siempre tentador mercado mejicano.
para tener una dimensión de lo que significa esta incursión de cuarterrock cordobés en tierras aztecas alcanza con describir al metropolitan: su dimensión es tres veces superior a nuestro real remodelado y tiene un aire señorial similar al libertador. es como el gran rex porteño pero con arquitectura más pomposa. es el espacio donde los grupos argentinos (decadentes, sin ir más lejos) miden el paso de una convocatoria de mediano alcance a la popularidad. la sala está concesionada por la multinacional cie, que hace negocios millonarios en la argentina. cie no deja nada librado al azar en los prolegómenos de sus espectáculos; así, en la puerta la seguridad es celosa y no permite que nadie pase su mochila ni cámara digital. la organización es a la “gringa”. y los precios, también. la entrada más cara ronda los $ 600 mejicanos, algo así como $ 180 de lo nuestros. el costo del boleto no es barato, pero sí lo es en relación a los disponibles para ver a babasónicos ($ 800 mejicanos).
conscientes de que estaban de prestados, los caligaris fueron a los bifes y se despacharon con un show bien corto que, no obstante, contempló todos los aspectos de su música. hubo ska más distorsionado del que supo escuchársele al grupo en córdoba, un muestreo cuartetero que los mejicanos celebraron aprehendiendo al género como una suerte de primo del narcocorrido (nadie es perfecto) y la postal regional de mis tres amores (“de córdoba son mis tres amores, mujeres, cuartetazo y alfajores”).
despierta un raro orgullo ver a los chilangos (así se conoce a los oriundos del df) bailando y desafiando la comodidad de sus butacas. después de todo, tal conquista le corresponde a un grupo cordobés de tantos. un grupo que empezó en un garaje de barrio y que, por estos días, logró que les paguen aéreos y que traten a su personal como profesional y dueño de una expresión excitante. ¿cinco estrellas no hay? y no, la experiencia no es tan glamorosa.
los decadentes paran en un modesto hotel céntrico (arizona), mientras que los caligaris en la casona de una amiga mejicana llamada paula. la morada circunstancial queda en la coqueta zona de coyoacán, cerquita de los museos de frida kahlo y león trotsky.
antes de llegar al metropolitan, los cordobeses ya habían impactado en guadalajara. y antes de irse del df, anoche ofrecían un concierto por las suyas, tal cual lo anunciaba un afiche repetido en pegatinas varias en la zona del rectorado de la universidad autónoma de méxico (unam). a 200 metros del estadio de pumas, se podía leer: “directo de argentina, y por primera vez en méxico, los caligaris...”.
